Anuncio en programa de fiestas de 1946
Bar Piñero 1969
En la antigua Plaza del Mesoncico, se calentaban los Cehegineros con algún que otro “chato de vino” en el “Bar Metro”. El nombre de “Plaza del Mesoncico”, le fue puesto como punto de referencia por estar instalado un mesón a principios del siglo XIX en donde hoy se encuentra Motolite, llegando a albergar las caballerías y algún que otro carruaje, puesto que también fue fonda, llegando a tener el mencionado mesón, un sobrenombre: “La República del Mesoncico”, puesto que allí se daban cita las clases sociales más distinguidas. Fue D. Pepe Béjar, quien se encargó de ampliar el edificio presentándonos el aspecto que hoy tiene.
También tuvo otros nombres: “Plaza del Sol”, “Plaza Hermanos Ruiz de Assín” y “Plaza de los Mártires”.
En tiempos difíciles de la guerra y posguerra, se abrió otro bar en la mencionada plaza, en esta ocasión, fue en el lugar donde está la Confitería Motolite, pero se hizo motivado a la supervivencia, puesto que lo regentó Antonio el Motolite padre, que ante la escasez de azúcar después de la contienda civil, y no poder seguir adelante con las tareas de confitería, recurrió a montar un bar para ganarse el sustento, “Mi Bar”. Más tarde, un empleado que con el estuvo en el bar, y una vez recuperado el anterior trabajo de confitero, se instaló en un pequeño local junto a la confitería Ramón Piñero, creando lo que sería el “Bar Piñero”, después “Mesoncico” con Miguel Muñoz de regente en los 80, siendo el actual propietario, Paco, quien le sucediera.
Fuente: Francisco Ortega Bustamante




La Secretaría de Estado de Turismo y el Instituto de Calidad Turística Española (ICTE) anunciaron hoy la puesta en marcha de la marca "Q" de Calidad para las empresas de turismo activo.
El turismo activo es un sector que agrupa aproximadamente a 1.300 empresas que ofrecen la realización de todo tipo de actividades deportivas y recreativas en el medio terrestre, acuático y aéreo.
Este tipo de turismo, que atrae a España a más de 7 millones de turistas anuales, es uno de los sectores que está experimentando un mayor crecimiento en los últimos años.
España es un referente mundial en materia de normalización turística. En la actualidad, existen 2.504 certificados bajo la marca “Q” de calidad turística. El objetivo de la Secretaría de Estado de Turismo es que todas las empresas prestatarias de servicios turísticos puedan alcanzar los mismos parámetros de calidad, conocidos por el turista bajo la marca "Q".


Bar Sol años 60 Antigua taberna del Barras año 1941














Existen varias referencias y testimonios de personas, acerca de las antiguas tabernas y bares en Cehegin.
Algunos siguen abiertos al público manteniendo aún su nombre de origen, como: la “Taberna del Barras”, (años 30), que ya está en su cuarta generación,
“el Sotanillo las Maravillas”, en la calle “Mesón viejo”, por un antiguo mesón que allí estaba, que aunque ha cambiado varias veces de gerencia, sigue conservando su nombre. El mencionado “Mesón Viejo”, ya es citado por Martín de Ambel en sus manuscritos casi a mediados del siglo XVII como “Mesón de la Herradura”, nombre que con toda probabilidad se achacase al costante paso hacia el campo de estos animales de herradura, teniendo parada obligatoria en el mencionado mesón, tanto al entrar en la villa, como a su salida. Por la misma época, también siglo XVII, existía otro, “Mesón de la Plaza Vieja”.

El “Bar Sol”, que aunque cambió de ubicación, al igual que el “Barras”, el “Bar la Tapa”, “El Gato Negro”, (años 30), de “Nicolás el de la Montealegre” y alguno más, mantiene el nombre que le fue impuesto por su orientación hacia el este junto a las viejas murallas del castillo, pues es donde primero daba el sol a su salida. Estos se reinstalaron en la calle Calvo Sotelo, (hoy C/ Mayor), por el desahucio ante la inminente demolición del Castillo, instalándose años después en el caso de Nicolás, en lo que en la actualidad es el “Bar Miami”, aún abierto, y frente a otro añejo, “Bar Sindicato”.
Fuente: Francisco Ortega Bustamante




Hasta bien entrado el siglo XX esta planta tenía una enorme utilidad, empleándose en la fabricación de utensilios de labranza, trilla, labores del hogar, aperos para animales, etc.
Aunque la preparación y el trenzado del esparto se realiza hoy mayoritariamente en grandes fábricas de forma industrial, aún susbsisten pequeños artesanos que continúan la tradición.
Entre los productos de cestería de caña son muy conocidas las polleras: grandes cestas con los laterales abombados, que se utilizan en las casas de campo para resguardar a los polluelos de pava y gallina en sus primeros días de vida. También producen canastas para ropa, papeleras, costureros, cestas para huevos, etc
Las principales áreas productoras de esparto a mediados del siglo XIX y principios del XX eran Cieza, Abarán, Cehegín, Lorca, Bullas, Abanilla, Águilas, Albudeite, Campo de Cartagena, etc.
Durante los siglos XVII y XVIII, Cehegín vivió una época de esplendor y riqueza gracias, entre otras, a la floreciente industria del esparto.




El Museo arqueológico de Cehegín es una de las instituciones museísticas más antiguas de la región murciana, no en vano fue inaugurado allá por el año 1977.

En el año 2004 el edificio fue remodelado en profundidad, actualmente ocupa dos edificios históricos de la villa de Cehegín, la Casa del Concejo y el Palacio de los Fajardo.

En el Museo Arqueológico de Cehegín se guardan los testimonios materiales del amplio abanico de culturas que a lo largo del tiempo han florecido en Cehegín y su entorno.

Este museo es un edifico cultural que mantiene viva la memoria y la historia milenaria de Cehegín.
El Museo Arqueológico Municipal de Cehegín cuenta en la actualidad con siete salas. En breve se inaugurarán cinco salas más destinadas a albergar arqueologías de la Edad Moderna, fósiles y minerales, y epigrafía romana.



MURCIA
El camino jubilar de Caravaca se ampliará hasta Andalucía
23.09.09 -
LA VERDAD MURCIA


La Fundación Territorio y Sostenibilidad aprobó ayer la ejecución de las obras para la prolongación del camino jubilar de Caravaca de la Cruz hasta Andalucía y la construcción de un Centro de Formación del Paisaje en Ricote, donde la Fundación también llevará a cabo la rehabilitación del albergue de La Calera y la adecuación del mirador de Solvente.

La prolongación del camino jubilar de Caravaca de la Cruz, que se realizará coincidiendo con la celebración del próximo Año Jubilar. El consejero de Obras Públicas, José Ballesta adelantó que «consistirá en la ampliación de la vía amable existente desde el municipio hasta la provincia de Granada, junto a Cañada de la Cruz, lo que permitirá ampliar el recorrido unos 50 kilómetros».








Es un edificio de dos plantas rematado con un alero saliente. Su planta baja presenta la superficie de ladrillo, mientras que las dos superiores son de paramentos lisos. En su decoración hay que destacar los alfices de las ventanas y los dos bustos del piso central.

En una de sus esquinas se puede admirar el escudo perteneciente a la familia del Duque de Ahumada.

Desde fines del XIX el Patronato de la Real Piedad ostenta la dirección de este centro asistencial por decisión expresa de su fundador, D. Pedro María Chico de Guzmán, III Conde de la Real Piedad, siendo la orden religiosa de las Hermanas de la Caridad, quienes han dado servicio a la comunidad de Cehegín durante todos estos años.




Perteneció de forma sucesiva a las familias Salazar y Massa, hasta que en 1973 fue adquirida por el Ayuntamiento para convertirla en Casa Consistorial. Es de estilo Barroco y su construcción data del siglo XVIII.

El edificio está estructurado en siete ejes y dos cuerpos con ático. En la parte inferior destaca la amplia puerta central que está decorada con pilastras y dintel y en cuyos laterales destaca la sobriedad de formas. Tiene dos ventanales a cada lado en los que resalta el robusto enrejado de forja y en los dos extremos, otros dos accesos con arcos rebajados.

El segundo cuerpo está formado por siete balcones. El balcón central posee un marco recto rematado por una cornisa y a cada lado se encuentran adosados dos escudos nobiliarios pertenecientes a las familias Chico de Guzmán y Salazar. El resto de balcones están decorados siguiendo el estilo barroco en estuco de molduras y rematados por frontones.

La parte superior de los balcones está recorrida por una cornisa muy decorada en la que se abren pequeños huecos con balconcillos. La parte inferior de la fachada está construida por jaspes grises y rojos procedentes de las canteras de mármol de Cehegín. Este edificio responde a la tipología de las denominadas Casas Nobiliarias.

En el interior, la planta baja estaba formada por un zaguán muy amplio en cuya parte central se abría la majestuosa escalera imperial que desembocaba en la segunda planta donde estaban ubicados el Salón Principal y los Salones Nobles de la casa.

Cabe destacar de esta casa las puertas, labradas a ambos lados, con una labor excelente de carpintería. También es digno de mención que para la construcción de la casa se emplearan 6.000 pinos de Gran Porte, de los montes de Cehegín, como lo refleja el documento que se conserva en el Archivo Municipal.

El Salón de Plenos, antiguo Salón Principal de la casa, conserva aún la moldura de estuco dorado de la época, así como las galerías de los cortinajes de madera dorada. Tanto el estucado de los muros como el pavimento de mosaico son de reciente factura, aunque no por ello de inferior calidad.



Esta situada en la colina más elevada de la zona histórica de Cehegín. Fue declarada monumento nacional en 1980.

En cuanto a su origen, se ignora la fecha exacta de su construcción, que se cree alrededor de finales del siglo XV o principios del XVI. Lo que se sabe es que fue consagrada y bendecida por el Obispo de Modrusia el 9 de Enero de 1556 gracias a una inscripción que posee en el lateral derecho del altar mayor.

Su estilo es renacentista. Consta de 3 naves y coro alto a los pies. Su torre renacentista posee un interesante reloj. Las naves interiores se apoyan en columnas toscazas y de estilo jónico en el presbiterio, que tiene una rica cubierta, policromada y con una gran piña de mocárabes y estrellas. La parte interior está constituida por una importantísima cubierta mudéjar de madera, con bóveda de crucería octogonal y posee la singularidad de tener inscripciones pintadas.

En sus dependencias estuvo aislado Martín de Ambel durante 38 años, tras dar muerte a un caballero, el Alférez Mayor de Cehegín, en un lance de honor. Murió en 1661 y fue enterrado en la Capilla de San Juan de Letrán de la Concepción.

Actualmente la iglesia está siendo restaurada.



Cehegín cuenta con
un conjunto patrimonial
único en la Región de Murcia,
el cual muestra la evolución
histórica de este municipio desde la Prehistoria hasta la actualidad.
En su Casco Antiguo, declarado Conjunto
Histórico Artístico en 1982, abundan muestras
de arquitectura popular de los siglos XII al XIX, entre
las que destacan el Palacio Villar de Felices, el Palacio de Jaspe,
o la Casa del Conde de Campillos, entre muchas otras, en las que existen muestras heráldicas que han despertado el interés de los investigadores.


Muestra de la arquitectura religiosa merecen ser citadas aparte las iglesias de Santa María Magdalena, la de La Soledad y la Iglesia de la Concepción o el Hospital de la Real Piedad. En la zona del Ensanche se encuentra el Convento de San Esteban.

También existen en Cehegín abundantes restos prehistóricos, destacando las pinturas rupestres de Peña Rubia y Begastri, ciudad tardo-romana y visigoda que fue la sede episcopal hasta el siglo VIII d. C. Destacar también el Museo Arqueológico municipal y un museo etnológico privado, del Duque de Ahumada, y su Archivo Histórico



Dijo Manuel Azaña: ‘Si los españoles habláramos sólo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar’. Paseo la cita entre mis vecinos y, dejando la República a un lado, están completamente de acuerdo. Les sitúo. Me encuentro en la plaza del Mesoncico de Cehegín (Murcia, España), rodeado por más de una veintena de balconadas que hermosean el casco histórico del pueblo.

Sigo paseando con la cita de Azaña en la cabeza. La tengo en la punta de la lengua, y cuando estoy a punto de repetirla a mi tocayo que llega a las puertas de su negocio, de repente, compruebo que el sueño del político republicano es posible en Cehegín, ya que el silencio nos invade. Eso sí, con la excepción de que nadie, en ningún lugar del mundo, habla sólo y exclusivamente de lo que sabe. Y menos en España, Azaña.

Saludo afectuosamente al mesonero, y me percato, iluso de mí, de que Cehegín es un exponente de lo que denomino el turismo del silencio.

La actual oferta creciente de establecimientos de calidad en las zonas rurales es un hecho. En los últimos años, se ha creado una nueva orientación turística ligada a este tipo de establecimientos que están siendo unos auténticos revolucionarios del turismo de interior. Además, esta clase de alojamientos no agudiza los desequilibrios y problemas que provoca el turismo de costa, promueve la calidad de los productos y la autenticidad en los platos tradicionales.

Pienso en ello con claridad, mientras disfruto de los paisajes de estas tierras de interior rodeadas de hermosos montes, acompañado del chicharreo de estas largas tardes de verano que tienen su belleza desde esta atalaya que es Cehegín ‘apretado racimo de cal pura’ como cantaba el recordado hijo de este pueblo, Lorenzo Fernández Carranza.

Continúo mi recorrido por el corazón del pueblo, captando el silencio en la arquitectura, tan muda esta mañana. ¡Qué terapia, el silencio! Ensimismado, y casi sin querer, me decido a entrar esta vez en El Mesoncico y pido el que, para mí, es el mejor resumen del legado culinario: un plato de Rin Ran con una copa de uno de los magníficos vinos de los que disfrutamos en la Denominación de Origen Bullas. La televisión está encendida, aunque nadie parece prestarle atención. Los temas, son conocidos por todos: la crisis, el paro, la gripe, la subida de impuestos, las escuchas telefónicas, la ocupación turística –ilustrada por las playas de Benidorm–…Y ahí me detengo.

En ti me quedo, Benidorm. Por un instante, me desplazo, parafraseando al poeta Ángel González, a un punto situado a diez centímetros de mí mismo, de prisa, muy de prisa, en un abrir y cerrar de ojos, que me permite estar en este instante en Cehegín y Benidorm al mismo tiempo. Desequilibrio, congestión y ruido, mucho ruido, frente a un modelo que se define por el equilibrio, la naturaleza y el silencio. Benidorm y Cehegín, cara a cara. Sol y playa frente al turismo rural. De gustibus non est disputandum. Realizo este viaje instantáneo a pesar de que en televisión una periodista extremadamente atractiva analiza –es un decir– la última victoria del Madrí.

‘Vuelve en ti, Paco, que parece que la televisión te ha absorbido el cerebro’ –me espeta el mesonero–. ‘Pensaba…pensaba en Benidorm y sus 400.000 habitantes estivales’ –acierto a decir lánguidamente–. ‘¡Ésos son otros López!’ –concluye mi tocayo, dando por terminada la conversación–. Me quedo en silencio, y recuerdo unas palabras de Miles Davis: ‘El silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de todos los ruidos’. Entonces, salgo a la calle y continúo deleitándome con un lujo que algunos no aciertan a ver.

Francisco Carreño Sandoval es secretario de Murcia Rural, la Federación de Asociaciones de Turismo Rural de la Región de Murcia, y profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Murcia (España).

Publicado por Francisco Carreño en El Expreso