Perteneció de forma sucesiva a las familias Salazar y Massa, hasta que en 1973 fue adquirida por el Ayuntamiento para convertirla en Casa Consistorial. Es de estilo Barroco y su construcción data del siglo XVIII.

El edificio está estructurado en siete ejes y dos cuerpos con ático. En la parte inferior destaca la amplia puerta central que está decorada con pilastras y dintel y en cuyos laterales destaca la sobriedad de formas. Tiene dos ventanales a cada lado en los que resalta el robusto enrejado de forja y en los dos extremos, otros dos accesos con arcos rebajados.

El segundo cuerpo está formado por siete balcones. El balcón central posee un marco recto rematado por una cornisa y a cada lado se encuentran adosados dos escudos nobiliarios pertenecientes a las familias Chico de Guzmán y Salazar. El resto de balcones están decorados siguiendo el estilo barroco en estuco de molduras y rematados por frontones.

La parte superior de los balcones está recorrida por una cornisa muy decorada en la que se abren pequeños huecos con balconcillos. La parte inferior de la fachada está construida por jaspes grises y rojos procedentes de las canteras de mármol de Cehegín. Este edificio responde a la tipología de las denominadas Casas Nobiliarias.

En el interior, la planta baja estaba formada por un zaguán muy amplio en cuya parte central se abría la majestuosa escalera imperial que desembocaba en la segunda planta donde estaban ubicados el Salón Principal y los Salones Nobles de la casa.

Cabe destacar de esta casa las puertas, labradas a ambos lados, con una labor excelente de carpintería. También es digno de mención que para la construcción de la casa se emplearan 6.000 pinos de Gran Porte, de los montes de Cehegín, como lo refleja el documento que se conserva en el Archivo Municipal.

El Salón de Plenos, antiguo Salón Principal de la casa, conserva aún la moldura de estuco dorado de la época, así como las galerías de los cortinajes de madera dorada. Tanto el estucado de los muros como el pavimento de mosaico son de reciente factura, aunque no por ello de inferior calidad.