La casa palacio de Carrascalejo, entre las poblaciones de Bullas y Cehegín (a 6 kilómetros
de la primera, y a 14 de la segunda), es un edificio singular en la Región de Murcia. Fue construida en el último tercio del siglo XIX por D. Alfonso Chico de Guzmán, como residencia y centro de explotación de un amplio y hoy prestigioso viñedo.
Su estructura recuerda la  de las "villas" italianas de la más pura tradición clásica. Tiene un "cortile", o patio interior, de arcadas con pilares que simulan labor de cantería, que ordena la distribución de las habitaciones en torno a él por medio de un corredor de ventanales acristalados al que se accede por una escalera de amplio diseño.
A este cuerpo central, que alberga una capilla pintada por Menéndez Pidal y las bodegas, se añade un ala hacia poniente de iguales características arquitectónicas.
Todas las fachadas del conjunto son lisas jugando en su composición con bandas de color gris horizontales y verticales. Rodea el edificio una alta tapia con garitas, a modo de muralla.

Cerca de esa finca se levanta una armoniosa edificación que parece concebida para el descanso y el recreo. Destaca en ella una elegante "loggia" diáfana que une dos cuerpos cúbicos. El escaso espacio construido y su orientación a poniente, hacen pensar en una utilización ocasional como cenador, lugar de reunión o pabellón de caza.
Para comprender mejor el significado e intención de la vivienda, primero hay que conocer las figuras
 de aquellos que encargaron su construcción; Alfonso Chico de Guzmán y Patricia Muñoz
El, de raíces murcianas, por lo que construye en Murcia su casa solariega; ella, emparentada con la
Reina Gobernadora, por lo que quiso hacer de su nueva vivienda un palacio. Hoy la casa se conoce como de los Pidal, pero fue un Chico de Guzmán quien la construyó.