-JIJOLES O JINJOLES:
 Son los frutos del jinjolero (azufaito), de forma ovoide parecida a la de los dátiles y de tamaño entre este y una aceituna, pero carnoso y de sabor dulce y distinto al dátil.


Estos frutos de origen silvestre, tuvieron auge en el mediterráneo español, especialmente en las provincias de Murcia y Almería. Al igual que otros frutos como las níspolas, las peretas..., los jínjoles hace poco eran frutas extinguidas o apagadas y poco conocidas, aunque recientemente se le han descubierto propiedades beneficiosas para la salud y se le cataloga frecuentemente como arbusto - fruto medicinal.

Es un fruto a recuperar. Afortunadamente, hoy se les empieza a ver en los mercados de abastos.



-GRANADA:
La granada es una infrutescencia, fruto de un árbol llamado granado que alcanza hasta cuatro metros de altura


La fruta posee una piel gruesa de color escarlata o dorada con tono carmesí en el exterior y una gran cantidad de semillas internas rodeadas de una jugosa pulpa de color rubí. En oriente es considerada como un símbolo del amor y de la fecundidad.
Aunque las granadas empiezan a aparecer en los mercados a mediados de septiembre, es entrado el otoño cuando esta fruta nos ofrece sus granos en toda su plenitud, y se mantiene hasta finales de enero. La granada se debe de recolectar antes de que madure completamente, si no es así, el fruto explota en el árbol. El grosor de su piel hace posible almacenarlas durante meses y que resista bien el transporte.