Para saber a qué sabe la historia murciana basta con comerse un cordial. Porque ese espléndido dulce, mitad almendra, mitad cabello de ángel, como un diminuto seno tostado, auténtico prólogo azucarado de la Pascua, resume la remota tradición de las especialidades navideñas en estas latitudes.
En todos los dulces de la Región reverberan los usos árabes. Y el catálogo es interminable.
Las yemas de Caravaca, los alfajores y tortas de almendra y miel en Cehegín, cordiales y almendrados en Santomera, picardías en Bullas, sequillos en Jumilla y hojaldres en Cartagena. Sin olvidar los mazapanes de Moratalla que, sin ánimo de hacer patria, son los más exquisitos del planeta. Aunque esto lo sabe todo el mundo.
En Murcia, la Navidad siempre asomó en las casas en forma de bandeja cuajada de dulces. Era por la Purísima, cuando también se estrenaba ropa y estos días del Adviento se llamaban tiempo de gozo. De hecho, el día de la Inmaculada Concepción arrancaba el ciclo navideño de los Auroros, con sus salves y correlativas, canto origen bizantino, ni más ni menos, por la continua presencia de melismas.
Por suerte, no es tarde para un reencuentro con la tradición gastronómica de la Pascua. Aún existen en la huerta, aunque encontrarlos sea una aventura, hogares que atesoran las auténticas
Las mujeres, en grupos que ponen en común los ingredientes para luego repartirse los frutos, dedican varias tardes a bregar entre pucheros, inundando las casas de olores a Navidad y las cocinas de chismes y rumores, tan sabrosos como los dulces.
Avellanas y almendras, aceite de oliva, zumo de naranja y corteza de limón, anís en grano o seco, azúcar y piñones, boniato y calabaza se mezclan en barreños, en distintas proporciones según las recetas, a la espera de su cocción. La levadura debe crecer antes. Y con ella, también aumentan las ganas de saborear el resultado final.
Si el azúcar fue introducida en Europa por los árabes, quienes también añadieron a nuestros dulces especias exóticas, los judíos fueron grandes consumidores de miel y, es muy probable, que extendieran su uso. Los mudéjares ya preparaban un dulce conocido por el nombre de almojábana, una masa horneada de harina, azúcar, huevos y aceite, en forma de rollos que se empapaban también de miel. Si seguimos escarbando, no pocos manjares aportaron los romanos, como es el caso del calabazate y las  recetas, a prueba de siglos, de paladares y modas, de cordiales y suspiros, de mantecados y tortas de recao, de las míticas tortas de Pascua. Este dulce, si está bien amasado, aguanta durante meses. Aunque endurezca como una piedra, con acercarlo al fuego volverá a saber a gloria.
Los hornos de antaño eran formidables ambientadores de nostalgia. Olían las calles a picón, esa especie de carbón diminuto que antes ardía a la puerta de las casas. Muy cerca, la humedad palpitaba bajo la acequia entubada. El horizonte, de oscuro frío, se velaba por la bruma del atardecer.
Los dulces se cocían en hornos públicos, que andaban revolucionados por estas fechas, o en el particular horno moruno, de bóveda encalada. Por sus bocas salían las tablas o bandejas, que siempre se llamaron llandas, repletas de exquisiteces, con las obleas crujientes. De ahí, a la bandeja, formando un bodegón perfecto sobre la mesa con el porrón de mistela. El atrezzo para la puesta en escena de la Pascua estaba completo. Pero faltaban sus protagonistas: la familia que regresaba y se reunía, sin ánimo de discutir, que no es poco.
Fuente: La Verdad


This entry was posted on sábado, diciembre 11, 2010 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

1 comentarios:

    Sergio dijo...

    Antes que nada enhorabuena por este entrañable Blog. Al ver los cordiales de almendra se me han abierto los ojos como platos por varios motivos. Y es que aparte de que mi madre es de Murcia, concretamente de Lorca, y por tanto conozco sus tradiciones y su gastronomia, es que hace un par de años cuando trabajaba en mercadona una clienta muriciana me trajo estas tortas para uans Navidades, y me encantaron, pero me quedé con las ganas de saber la receta pues era un secreto de familia. Llevaban miel, almendras, huevo y especias, pero no se como se hacen...alguna pista?? un abrazo y feliz año.

  1. ... on 8 de enero de 2011, 0:13